Hijos de la Luz

Déjame ser tus ojos…

Vamos a viajar a lo largo de tus sentidos, vamos a iluminar la oscuridad…

Al principio de todo solo existía la Oscuridad, el color Negro, la nada y lo inerte, la elegante seriedad, la noche y el frío…

Creía que nada más existía tras su negro manto a lo largo de los eones del tiempo hasta que un día quedó fascinado al encontrarse con la Luz, llegó casi sin verla venir, como una veloz chispa que volátil impactó en lo más profundo de su ser y en ese preciso instante se enamoraron…

Comenzó así una historia de amor de dos polos opuestos que con su unión crearon el universo, la vida, la magia, las emociones, sentidos y colores…

La luz era simplemente ella, el color Blanco, era la nada y a la vez el todo, era sencilla pero a la vez divina, era pureza, era el día, la vida, la paz y alegría.

Como muestra de su amor, el color negro creó una especie de lápiz, con un cristal mágico fruto del amor de ambos, con éste podrían crear y expresar todo lo que sentían, comenzaron ambos a hablar de lo que les esperaba juntos, a imaginar y soñar el mundo que crearían, comenzaron pues a dibujar los planetas, las estrellas, la Luna y el Sol, las montañas, los ríos y mares, incluso dibujaron animales y seres humanos con ese nuevo color que había surgido de la unión de ambos…

El color Gris…Éste color era muy parecido al negro, casi igual de serio y elegante, aunque le caracterizaba ser muy robusto y duro y por ello fue el escogido para dibujar la creación, aunque transmitía un poco de frialdad, soledad y tristeza, le faltaba algo que caracterizaba a la Luz, la vida, las emociones, los sentidos,…

Ella se sentía profundamente agradecida por el regalo recibido, le había regalado la creación… Aunque a la vez estaba muy triste porque Oscuridad era casi incapaz de sentir, ella quería por encima de cualquier cosa que él fuera capaz de sentirse vivo… Pues había algo que no le había contado y es que estaba muy enferma, no había encontrado la ocasión para decírselo a su amado, pero día tras día sentía que sus fuerzas disminuían y era consciente de que poco a poco iba a desaparecer… no sabía cómo contárselo al color Negro…

Entonces pensó obsequiarle también con un regalo, quería con todas sus fuerzas que Oscuridad fuera capaz de sentir cada emoción y sensación, que fuera capaz de recordarla pese al paso del tiempo, que se sintiera vivo…

Así pues cogió un trozo de su alma y comenzó creando otros Tres cristales mágicos con los que a escondidas inundó sus obras de color…

Creó así el color Rojo, el Amarillo y el Azul…

El Rojo era el color de su amor por Oscuridad, el color de la pasión, de la provocación, pero también del peligro, el color rojo era puro fuego, podía calentar, pero también arder y quemar, así como el ser humano es igual de pasional y variable pintó también su sangre de este color…

El color Amarillo, fue el más parecido a la Luz, el más vivo y alegre, serviría para pintar el sol y las estrellas, pues debían transmitir alegría, inteligencia y sentido común. Ella deseaba que estos dones estuvieran presentes en resto de la creación…

El color Azul, debía estar en los cielos y en los mares, pues aunque desprendía un poco de frío también transfería paz. A veces también un poco de seriedad, pero sobretodo desprendía calma y tranquilidad, era el color de la inmensidad y la libertad, y aunque al final al aire decidió dejarlo sin colorear, sí bien supo impregnarlo de este color.

Maravillada por los colores tan bellos que había creado y las emociones tan fuertes que sabía, iba a transmitir a Oscuridad, siguió esforzándose y cogió bastante más energía vital para crear otros tres cristales mágicos, cogiendo y combinando las mejores características de los tres primeros colores y así Luz creó el color Naranja, el Verde y el Morado.

El Naranja, fue el color de la cercanía y la amistad, el color de la calidez que no podía quemar, transmitía un calor acogedor que daba dulzura, paz y armonía, así pues pintó de su color al Amanecer y el Anochecer, depositó también un poco de naranja en cada ser humano para que fuéramos agradables y amistosos…

El Verde, fue el color que más heredó la capacidad de dar vida, creado con los rayos del sol y la alegría del Amarillo, pero también con la paz, tranquilidad y libertad del Azul del cielo y del agua, el verde tenía tantas virtudes de estos dos bellos colores que fue el color escogido para pintar la inmensa y bella naturaleza, las plantas y las flores.

El color Morado surgió de combinar el imprevisible rojo del fuego con el tranquilo y frío azul. Así originó un color extrañamente confuso pero muy bello, fue el color de lo incomprensible, de la magia y el misterio, de los pensamientos y los sueños.

Sabía que su regalo iba a sorprender a Oscuridad, que le iba a encantar así que ésta vez cogió un poco de negro para combinarlo con el Naranja y creó otro color…

El Marrón… era también muy similar a Oscuridad, aunque era cálido y acogedor como Naranja, a la vez era serio y fuerte. Por ello pintó de marrón los troncos de los árboles y la tierra, para que el ser humano y la naturaleza tuvieran bases robustas sobre las que erigirse y crecer…

Luz estaba realmente débil… sabía que poco iba a durar y con sus últimas energías creó un último color…

El Rosa… surgido de bañar el color Rojo con más Luz blanca, así heredó sus sentimientos como el amor y pasión de éste, pero no su peligro ni su excesivo calor, el Rosa fue el color de los sentimientos puros e inocentes, con un toque juguetón de fresca y suave dulzura…

Entonces… en su últimos segundo se dirigió a Oscuridad… le obsequió con los ocho Cristales mágicos y le confesó lo enferma que estaba, que estaba a punto de morir… Y le dijo en sus últimas palabras…

<<Amor mío no sufras nunca pues nunca marcharé… Jamás me separaré de ti… de tu lado y de todo lo que juntos hemos creado… Pues aunque no me puedas ver siempre me pondrás sentir… He escondido en cada rincón mi esencia… Solo búscame… >>

Y con esas palabras desapareció……

Al principio Oscuridad se sintió desolado, triste, vacío… Pero recordando las palabras de Luz comprendió que ella se había fundido con toda la creación… que no había desaparecido, ella sencillamente se había transformado… y aunque no pudiera ver los colores sí podría palparlos y sentirlos…

Fue entonces cuando le tocó un rayo del Sol y lo comprendió…Ella seguía viva… Y aunque no pudiera verla siempre estarían juntos… eternamente… como el amor que sentían…

(Éste escrito ha sido un reto personal… un intento de plasmar, describir y hacer sentir los colores a personas invidentes y recordarles que la luz y los colores están rodeándolas e incluso dentro de cada una de ellas, que no necesariamente se tienen que ver pero sí sentir, que disfruten del don que se les ha otorgado pues hay demasiados que ven pero no sienten… Desde aquí les mando un fuerte abrazo)